Bar Veracruz 2-1 Guingangolo

Para la segunda jornada, el Guingangolo se enfrentaba al conjunto menos goleado la pasada campaña en primera división. contando con la plantilla completa, salvo Toni, que se quedaba en la grada lesionado.

El Bar Veracruz, desde el principio intentaba estar ordenado atrás y salía tímidamente a la contra dejando el peso del partido a un Guingangolo que no sabía que hacer con el balón. Y así los minutos iban descontándose y en la primera mitad las ocasiones se podían contar con los dedos de una mano, quizás más claras para los de amarillo, sobre todo una de Felix, que no acertó a culminar en gol la mejor jugada del partido hasta el momento. Y con un triste 0-0 se llegaba al descanso.

En la reanudación, el Veracruz seguía renunciando al balón, pero ahora sí, el Guingan, sabía que hacer con él, con paciencia buscaba su momento, aunque empeñado en terminar las jugadas dentro del área, donde el rápido portero local era dueño y señor. El Guingangolo atacaba bien y el Bar Veracruz defendía bien y en la primera ocasión clara, se plantan dos jugadores contra el portero y el ex del Atenea "B", engaña a Sergio y consigue el 1-0 a falta todavía de unos 10 minutos.

Todavía quedaba mucho tiempo, pero las prisas se apoderaron del Guingangolo, que buscaba con desesperación el empate por la vía rápida, juego más directo, e igualmente estéril y en otro contraataque los locales ampliaban su ventaja. La cosa se empezaba a poner complicada y ni Pasku, ni Txema tenían su día, mientras el meta del Veracruz se estaba convirtiendo en el mejor de su equipo, sacando con muchos apuros cada disparo, pero después de detener un penalti adelantándose metro y medio antes de que Iker golpease el balón, a falta de 2 minutos, el MVP, asegurado.

A partir de ahí con portero jugador, asedio constante hasta que a falta de 40 segundos Asier R. conseguía el 2-1, y hasta el final hasta 2 ocasiones clarísimas más. Quizás el empate hubiera sido más justo, pero más que perder un punto, preocupa la falta de gol de este equipo, que no termina de encontrar su juego.