Café Rincón 2-3 Control de Plagas Passer

Después de varios años acariciando el ascenso a segunda división y cansados de pertenecer a una categoría como tercera en la que cada vez es más difícil estar arriba, el Eguren Vitoria, hermanado desde hace años con el Café Rincón, equipo de segunda decidido a dejar la competición, accede a la categoría de plata, fundiéndose con el conjunto cafetero y logrando así, el ansiado ascenso. Las únicas novedades con respecto al año anterior, son los 3 únicos supervivientes del antiguo Rincón, Pibe, Petrit y Ruben.

Para la primera toma de contacto con la nueva categoría, el nuevo Rincón contaba con 12

jugadores alineables, algo inédito en temporadas anteriores, siendo bajas Txarlyns, DvD y Edu.

Desde el principio, el Rincón quería la pelota e intentaba jugarla por abajo, pero la falta de ritmo y la descordinación de sus jugadores, hacía que no se llegase a puerta con claridad y el portero del recién ascendido Passer, no veía peligrar su marco. Ambos conjuntos estaban mucho más preocupados de defender que de atacar y Grober tampoco se sentía amenazado,

pero un mal despeje de la defensa naranja, deja sólo al delantero del Passer que en su única ocasión clara convierte el 0-1, con el que se llegaría al descanso.

El la reanudación Jorgito, hasta ese momento defensa central, se coloca en punta y es cuando se genera mucho más juego ofensivo, gracias su movilidad y a un brillante Javi, que se echa mano de su calidad para volver loco al centro del campo rival y en una de sus internadas, su disparo en semi-fallo, le cae a Jorgito que de cabeza no perdona. El empate devolvía la confianza al Café

Rincón, que se sentía mucho más cómodo con la pelota, poniendo, ahora sí, en apuros al meta rival, hasta que Petrit, aprovechando un fallo rival y su velocidad, se planta sólo ante el portero y le bate en el mano a mano.

Con ventaja en el marcador se vieron los peores minutos del Rincón, al contrario que el resto del partido, las lineas se separaron mucho y el centro del campo se quedó vacío, circunstancia que aprovecho el Passer para hacerse con el control del juego, acercándose al área aunque sin mucho peligro.

Pero lo peor estaba por llegar, con dos faltas cerca del área casi al final del partido, el Passer le da la vuelta al marcador, gracias sobre todo a la colaboración involuntaria de Grober, que no estuvo muy acertado en ambos lanzamientos, fallando lo que otras veces ha sacado sin

dificultad. No hubo tiempo para más.

La victoria fue demasiado premio para un Passer, que no mostró nada del otro mundo y que se encontró con 3 puntos que debieron caer del lado del Rincón. Ahora sólo cabe pensar en mejorar y en ver como ir encajando las piezas de éste renovado equipo.