Amapola 4-3 Guingangolo

Ante un rival directo en la lucha por la permanencia, el Guingangolo presentaba un banquillo con más delegados que jugadores, lo que está propiciando que el colchón cosechado en la primera parte del campeonato, se esté poco a poco diluyendo y cada vez se vean los puestos de descenso más cerca.

De los últimos enfrentamientos entre el Guingangolo y el Amapola, se recuerda más la emoción que el buen juego, y los primeros minutos del encuentro del sábado no defraudaron, ambos conjuntos mucho más preocupados de no perder, que de conseguir algo positivo. Y el 0-0 se mantenía en el marcador, sin que ni unos ni otros dieran la sensación de ir a cambiarlo, hasta que en un contraataque, el Amapola se adelantaba, obligando ahora sí a los de amarillo a tomar las riendas del partido.

Como si el 1-0 fuese suficiente, el conjunto rojillo, se atrincheró casi con todo el equipo dentro del área, renunciando al juego de posesión y cediendo el balón a un Guingangolo que no encontraba huecos por ninguna parte y veía como el peligro rondaba la portería de Asier II, en las escasas pero peligrosas contras que montaban los de Zaramaga. Pero el cerco amapolino, lo iba a romper Toni, forzando un penalti por mano dentro del área, que el mismo se encargó de transformar.

Con el 1-1, se volvió al principio, amarillos y rojos, cada uno en su área esperando a que las ocasiones lloviesen del cielo y al Amapola le llovió el 2-1, tras un córner, el delantero rojillo, se va entre dos defensas y el punterazo se le cuela entre las piernas a Asier II. Ya no llovió nada más hasta el descanso.

En la segunda mitad todavía se hizo más patente el juego defensivo del Amapola, con ventaja en el marcador, las intenciones ofensivas de los locales, se basaban en balones largos, no siempre con un sentido, que salían de los pies de un defensor y acababan mansamente en las manos de Asier II, mientras que el Guingangolo, intentaba buscar un hueco en la maraña defensiva para al menos disparar sin encontrarse la pierna de un defensa en el camino. Pero sin las ideas medianamente claras, es casi imposible inquietar a 5 jugadores colgados del larguero, y el Amapola se iba sintiendo cada vez más cómodo al ver que el tiempo pasaba y los ataques amarillos eran estériles.

Ya se había superado el ecuador del segundo tiempo, cuando de nuevo Toni, lograba el empate con un disparo desde fuera del área, y poco más tarde Raúl, daba la vuelta al encuentro, consiguiendo el tanto tras rematar hasta tres veces a portería aprovechando otros tantos rechaces. Por primera vez los rojillos se veían obligados a salir de la cueva, si querían llevarse algo positivo y se invirtieron los papeles. El Guingangolo se echó atrás y poco acostumbrado, no le sentó nada bien el disfraz de Amapola, que a base de casta, consiguió dos goles en dos jugadas y devolvió la ventaja a los locales.

Al final el orden defensivo del Amapola pudo con el Guingangolo, que pese a intentarlo con portero-jugador, no logró encontrar ese hueco que seguro que existe, pero que no apareció en todo el partido.