Lagun Artean 6-6 Once Varas

El proceso de adaptación a este torneo, está siendo largo y difícil para un Once Varas, estéril a la hora de atacar e igualmente ineficaz a la hora de defender. Todo lo contrario, el rival del lunes en el Federico Baraibar, el Lagun Artean, un ejemplo claro de conocimiento total del reglamento y las ventajas que ofrece.

Desde el segundo 1 del partido, el Lagun Artean cedió el balón y esperó al rival en campo propio. Y a pesar de que tardaron en arrancar, los de rojo, conseguían dos goles en sus dos primeras aproximaciones. El Once Varas optó por presionar el saque del portero, pero todo intento de recuperar un balón, se convertía en una ocasión de gol para el Lagun Artean, con paredes rápidas, desbordes fáciles o balones en largo, ponían en jaque una y otra vez al portero rosado, consiguiendo tres goles más, que daban paso al descanso.

Después del repaso sufrido en la primera mitad, el Once Varas comenzó la segunda con ánimos renovados y casi desde el principio optó por sacar portero-jugador, chocando continuamente con la defensa, con el portero o con los palos y tuvo que esperar casi 10 minutos para abrir el marcador, lo consiguió Liher (quién si no) con un disparo desde la frontal. Las ocasiones del Lagun Artean se basaban en disparos desde su propia área y el Once Varas se olvidó totalmente de cubrir la portería.

Todo el juego se desarrollaba en terreno rojillo y el Varas tocaba de un lado a otro buscando huecos, pero el primero en acertar fue el meta del Lagun que en el enésimo disparo coló el balón entre los tres palos. Segundos más tarde, a falta de 8 minutos para el final, coincidiendo con la salida al campo de Diego, Josepo comenzaba su recital, consiguiendo reducir distancias con cuatro golazos en 5 minutos, hasta colocar el 6-5 . Pero no quedó ahí su aportación, a falta de 2 minutos, se sacó de la manga un zapatazo, que superó al portero, dio en el larguero, botó en la linea y se le quedó el rechace a Txin, que no perdonó.

En los dos minutos que restaron, el Once Varas se conformó parcialmente con el trabajado empate y retrasó un poco las lineas, y a punto estuvo de pagarlo con un gol, pero el palo lo evitó. El final del encuentro lo marcó una desafortunada jugada, en la que un golpe entre Txin y un jugador rojillo, éste último se empeñó en convertirlo en tangana y ya no hubo tiempo para más, entre reproches ambos equipos se fueron al vestuario.

Dos tiempos bien distintos, el primero, un sólo equipo en el campo, el Lagun Artean y el segundo, medio campo para los dos equipos. El Once Varas tardó una eternidad en reaccionar, arriesgó y le salió bien. Para el próximo, lo mismo, pero desde el principio.

3 comentarios:

DvD dijo...

ahí lo tienes Ivan ;-) jejeje

Unknown dijo...

Ya no soy el puto último jajajaja

Anónimo dijo...

que tramposo!!!!!!!!