Eskoriatza 4-4 Guingangolo

Primera cita del año, y hasta cinco bajas ante uno de los equipos que más exigen físicamente, en plena lucha por el ascenso, entre los convocados alguno que otro, arrastrando aún los efectos de la gripe y la inactividad navideña, lo que hacía que la próxima hora y media larga fuese una dura prueba de resistencia para los amarillos y en particular para Iker, que se incorporaba a la anarquía táctica del Guingangolo.

La contienda comenzó como se esperaba, el Eskoriatza era dueño absoluto del esférico y el Guingangolo esperaba atrincherado lo más cerca posible del área propia, para salir a la contra a la mínima oportunidad, y así llego el primer tanto visitante, recuperación en defensa, balón a Toni, en el pivote, y éste para DvD, que manda el balón al fondo de las mallas. Con el 0-1 el guión seguía siendo exactamente el mismo, los guipuzcoanos con el balón y los alaveses contragolpeando, y de igual manera que el primero el segundo llegó de las botas de Toni, que se plantó solo ante el meta y le batió por bajo.

Pero un equipo no cambia de la noche a la mañana, los errores defensivos le acompañan al Guingangolo desde principio de temporada y la tarde del sábado no fue una excepción, dos fallos casi consecutivos y el empate en el marcador, además a Iker le dio una pájara y ya no se pudo contar con él para el resto del encuentro, lo que dejaba a los de amarillo con un sólo recambio. Hasta el descanso ni un equipo ni otro, supo deshacer un empate.

En la segunda parte, los minutos iban pasando con el Eskoriatza moviendo el balón de un lado a otro buscando huecos, pero siguiendo un patrón tan claro que no inquietaba a la zaga visitante, a pesar de que se nota y mucho, que lo preparan y que todos y cada uno de sus integrantes conocen su rol, lo más peligroso que lograban eran tiros desde lejos, sin inquietar en exceso a Sergio. Por su parte, el Guingangolo también mostró sus cartas, Toni o DvD buscaban en la posición de pivote balones largos para jugársela individualmente o esperar la incorporación de algún compañero, aunque con un resultado muy similar al de su rival. 

Hubo que esperar al minuto 12 para que se deshiciese la igualada, un fallo en el marcaje del Guingangolo, propició que le llegase un balón entre lineas a un jugador local, que sólo ante Sergio consiguiendo el 3-2, dándole la vuelta al marcador. El gol animó el partido y los papeles se intercambiaron, el Guingangolo era ahora el que dominaba el balón y las ocasiones eran claras y numerosas, la presión asfixiaba al Eskoriatza y obligaba a su guardameta a emplearse a fondo. El empate estaba cerca, pero una falta al borde del área de Sergio, sorprende a éste, colándose entre la barrera, convirtiéndose en el 4-2, que a falta de 2 minutos.

Con los cinco jugadores de amarillo en campo ajeno, el meta del Eskoriaza le pone un balón al único compañero que tenía tarjeta, que controla con la mano, viendo la segunda y dejando a su equipo, con un hombre menos, circunstancia de la que supo aprovecharse Raúl, haciendo una pared casi en el área con DvD para poner, a falta de 38 segundos el 4-3 en el luminoso. Quedaba tiempo para una jugada más, y con una paciencia impropia de éste equipo, el Guingangolo movió el balón para buscar un disparo peligroso, que rechazo el portero, pero que Txema, perfectamente colocado remató sin oposición haciendo el definitivo 4-4, y parando el tiempo a 1 sólo segundo para el bocinazo final.

Alegría visitante y decepción local, para terminar un partido no vale a ninguno de los dos equipos, pero del que el Guingangolo saca una lectura muy positiva, para afrontar la segunda vuelta con ilusiones renovadas. 


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