Once Varas 4-16 Seat Movisa (Esperando a Charlie)

Hasta 9 jugadores coincidían en turnos de trabajo que les impedía acudir a la cita del jueves a las 21:00, y de los 6 restantes se presentaron en el Federico Baraibar, DvD (lesionado), Toño, que volvía tras 2 meses de ausencia, Espi, Ivan y Josepo, así que el partido iba a dar comienzo con nada más que 4 jugadores del Once Varas sobre la pista, eso sí, con la promesa de que Charlie, aparecería en cualquier momento.

El Seat Movisa no quería desperdiciar esos momentos con superioridad, y ya en el primer minuto de partido aprovechó el desconcierto de los de rosa y se puso por delante, mientras los 4 del Varas determinaban la estrategia a seguir. El control del esférico era de los locales, que con un hombre menos, intentaban abrir la defensa, muy retrasada del Seat, que subía en contraataques, y a pesar de la buena actuación de Espi bajo palos y de alguna ocasión en botas de Toño, Josepo e Ivan, al descanso el marcador ya reflejaba un claro 0-4, y sin noticias de Charlie.

La segunda mitad comenzó con un esperanzador gol de Espi, pero antes de poder reaccionar, los de verde conseguían 3 goles más gracias en gran parte a la colaboración involuntaria de Josepo, que no estuvo muy acertado bajo palos. A partir de ahí los 4 del Once Varas, adelantaron la presión, asfixiando al Movisa en su propio campo, pero con la portería vacía y un jugador en todo momento haciendo de palomero, los goles iban cayendo, eso sí, todos desde campo propio del Seat Movisa o no más allá de la mitad del campo del Varas.

Un gol más de Espi y el doblete de Ivan, maquillaban el resultado de un partido, en el que el Movisa aprovecho su superioridad numérica y nada más, ya que el equipo que brilló sobre el terreno de juego fue el Once Varas, haciendo que el portero rival fuese verdadero protagonista, en un choque en el que se debería de haber aburrido.

En definitiva, más que digno papel el de Toño, Josepo, Ivan y Espi, que dieron la cara en todo momento, demostrando que si hubieran tenido, aunque sea un espantapájaros colgado del larguero, hubieran pasado por encima de un Seat Movisa ramplón. Una lástima que al final Charlie no apareciese.

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