Eskoriatza 3-7 Guingangolo

El desplazamiento a Eskoriatza, es uno de los más esperados por el Guingangolo cada año, ya que la calidad de sus instalaciones y el ambiente que se crea en el pabellón, son por si solos una motivación, pero cuando el partido se tiene que disputar el domingo por la mañana, todo ese glamour desaparece al ver la caras de sueño de tus compañeros a las 9:30 de la mañana. Pero aún así, el optimismo reina en el Guingangolo y el primer encuentro de la segunda vuelta tenía que servir para afianzarse más si cabe en los puestos de cabeza.

Una vez olvidado el mal trago del madrugón dominical, el partido comenzaba con dominio alterno, si bien las ocasiones más claras eran para el Guingangolo, el Esko, también ponía a prueba a Paino con algún disparo lejano. Tardó en abrirse el marcador, y fue el equipo visitante, el que lo haría tras un saque de esquina de DvD atrás para Raúl, éste cambia de banda hasta Toni, que supera al portero en la salida.

La reacción de los locales no se hizo esperar y un balón en profundidad al que llega antes Paino, en el intento de despeje, se la da al contrario para que al primer toque aproveche que la portería había quedado vacía para hacer el empate, con el que se llegaría al descanso.

En la segunda mitad ambos equipos quisieron dejar claro desde el principio que irían a por el partido y al saque de centro del Guingangolo, el Eskoriatza comenzó la presión en toda la cancha, justo lo que habían planeado los amarillos en el descanso, pero el Guingangolo supo zafarse de esa presión y una buena asistencia de Toni entre las piernas de un contrario, habilita a DvD para éste convierta el 1-2, y poco después el el propio Toni el que hacía el 1-3 con algo de fortuna y el 1-4 iba a llegar a balón parado, Dani organiza una jugada sobre la marcha, que culmina con disparo de DvD a la red, gracias al bloqueo de Iker.

El Eskoriatza estaba totalmente aturdido y no sabía como parar las embestidas del Guingangolo, que poco a poco iba ampliando su ventaja, Asier por partida doble, culminando sendas jugadas individuales y Pasku, rematando a puerta vacía una asistencia de Txema, hacían el 1-7 a falta de 6 minutos para el final.

14 minutos increíbles de los de Vitoria, que sentenciaban definitivamente el partido. En los últimos minutos el Guingan fue poco a poco desapareciendo, primero desapareció la verticalidad, más preocupado de mantener la posesión que de hacer más goles, y más tarde desapareció la intensidad, lo que aprovecharon los eskoitzarras para maquillar el resultado con dos tantos, el último de bonita vaselina, que arrancó los aplausos hasta de Sergio que fue el que lo encajó.

Con este resultado el Guingangolo, encadena una racha de 10 encuentros consecutivos sin conocer la derrota, con un juego cada vez más sólido, lo que le mantiene vivo para aspirar a cualquier cosa esta temporada.