Después de una increíble racha de 4 victorias consecutivas, el Guingangolo recibía al conjunto más joven de la categoría, salvo un par de excepciones, el renovado At. Aretxabaleta B, no superaba la media de 18 años de edad.
Los chavales de Legutio comenzaron queriendo el balón y tocando sin mucha profundidad, pero con buenos movimientos, pero un Guingangolo bien plantado no dejaba huecos para que corriese peligro la meta defendida por Paino, aún así los de morado se las ingeniaron para hacer una buena contra y plantarse 2 contra el portero y hacer el 0-1, pero la alegría les iba a durar poco, entre Toni y Lean conseguían 3 goles que daban la vuelta al marcador y dejaban las cosas bastante claras de cara al segundo tiempo.
En la reanudación, se vieron los 5 minutos más espesos del Guingangolo esta temporada, incluso se desperdició una superioridad por la expulsión de un contrario, pero pasados esos 5 minutos, el Guingangolo volvía a encontrar su ritmo e incluso ampliaba la renta con otro gol de Lean. El partido se ponía muy cuesta arriba para los morados y decidieron sacar portero-jugador y la verdad es que no se les dio muy bien y el Guingangolo bien plantado conseguía otro golito más por medio de Pasku, que robaba y marcaba desde campo propio. Pudo caer alguno más, pero el árbitro no vio gol en una vaselina de Carrasco, que él mismo se encargo de reclamarle al árbitro lo que le supuso la segunda amarilla y la correspondiente expulsión a falta de escasos minuto y medio.
Hasta el final a pesar de jugar con un hombre menos estuvo más cerca el 6º del Guingan que el 2º del Legutio.
TROFEO 'TONI' LVP
Esta semana estuvo a punto de quedar de nuevo desierto el tan prestigioso trofeo, en principio se barajó la posibilidad de otorgárselo a los 5 primeros minutos de la 2ª parte, pero el galardonado de la jornada se empeñó en auto-expulsarse, con un gesto que no lo supera ni el propio Mourinho.
Jornada 6 - Carrasco
A falta de minuto y medio para el final metió un gol fantasma que no subió al marcador, entonces se acerco al trencilla haciéndole el susodicho gesto sin parar desde unos 10 metros, consiguiendo así su segunda amarilla y la correspondiente roja. No perjudicó al equipo, pero el detalle le corona.
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