Aguraingo Oriamendi 3-2 Guingangolo

Dos equipos con mucha necesidad de puntos, se enfrentaban el sábado en Salvatierra, en un campo no apto para la práctica del fútbol sala. Toda la banda del fondo del frontón se encontraba húmeda y por lo tanto muy resbaladiza, con lo que cualquier intento de frenar por aquella zona se convertía automáticamente en una caída.

Mucha igualdad desde el inicio, ambos conjuntos buscando la contra y poco a poco iban cargándose de faltas, y aunque el primero en disponer de un doble penalti fue el Aguraingo, fue Dani, quién desde los 10 metros, estrenó el marcador a falta de muy poco para el descanso. 

Trás una primera parte sin mucha historia, la segunda comenzaba con otro ritmo, marcado en todo momento por los locales, que salieron a por el partido, casi a lo loco, y aunque el juego se sucedía en campo del Guingangolo, eran la portería del Aguraingo la que más veces recibía visitas, pero por otra parte, aunque era el Aguraingo el que se mostraba más agresivo, era el casillero de faltas del Guingangolo, el que antes de 10 minutos ya mostraba su 5ª falta, gracias en parte al exceso de celo que mostró el árbitro a la hora de señalarle faltas al conjunto visitante.

Condicionados por ésta situación, los de Vitoria, veían como les empataban en una contra después de una buena oportunidad propia,  como les anulaban un gol por una supuesta falta en un bloqueo, y como una y otra vez Sergio se tenía que emplear a fondo para evitar que los lanzamientos de 10 metros se convirtiesen en tantos, hasta que una falta, al menos discutible al borde del área, se convirtió en la falta sin barrera, que dio paso al 2-1, y antes de poder reaccionar, un córner mal ejecutado por parte del Guingangolo, supuso una contra bien ejecutada de los locales, que elevaron el 3-1 al luminoso.

Ya con ventaja local, hubo vía libre para señalarle faltas al Aguraingo que también se puso con 5 faltas, y la sexta llegó al borde del área a falta de muy poco para el final, pero no era la tarde del los de amarillo, Pasku no acertó a batir al portero y ya sólo quedaban 2 minutos, tiempo suficiente para que con portero-jugador Raúl culminase una buena combinación, pero no para conseguir un punto.

Al final se llevó el gato al agua el equipo más acostumbrado a las condiciones del terreno, mantener la verticalidad en buena parte del campo era una misión imposible, y eso lo pagó el Guingangolo con una derrota en un partido que nunca se debió de disputar en ese campo.

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