Guingangolo 4-10 Calasanz

Noches alegres, mañanas tristes.


Sólo Raúl, que le ha cogido el relevo a Felix en Jordania, se perdió el partido frente al Calasanz en la mañana del domingo. Pero aunque en cuerpo estaba casi todo el plantel, nada más que Felix y Dani estaban en condiciones de mantener la compostura, ya que el resto veían mermadas sus facultades debido al abuso nocturno de alcohol, en la celebración de la cena de equipo. El que más y el que menos, la madrugada anterior se fue a la cama, tarde (o temprano, segùn se mire) y bastante perjudicado.

En el inicio, un Calasanz más concentrado, dominaba territorialmente y no tardó en ponerse por delante, con un disparo lejano tras un rechace, que se coló pegado al palo, sin que Asier II pudiese hacer nada. Pero el Guingangolo estaba haciendo méritos para estar en el partido y primero Dani, con un disparo a la mismísima escuadra, desde el centro del área, y más tarde Asier Antía, que conectaba un zurdazo que el portero casi ni vió, le daban la vuelta al marcador.

Con ventaja en el marcador, recital de los de amarillo, que asediaron la portería rival y pudieron aumentar la diferencia, pero la falta de puntería y la ayuda del arbitro, que se 'olvidó' de sacarle la seguda amarilla a un jugador del Calasanz, lo impidieron. Por contra, en una jugada que en principio no entrañaba mucho peligro, un punterazo de la torre del Calasanz, pilló por sorpresa a Asier II, que cuando llegó a ver el balón ya estaba dentro. 2-2 al descanso.

El intermedio no le vino nada bien al Guingangolo, nada más reanudarse el partido se empezó a notar el estado físico de los locales, y en un momento, se vió con 3 goles en contra en 2 minutos, al Calasanz le entraba todo y el Guingangolo era incapaz de crear peligro. La presión en todo el campo no daba frutos, y el conjunto visitante se veía cómodo y ponía el 2-6 en el marcador, trás una contra.

Todavía restaban 10 minutos, cuando Juanan y Javi apostaron por el portero-jugador, sacando a Sergio y sentando a un Asier II, que no tuvo el día. Pero lejos de acortar distancias, los de morado seguían golpeando la moral del Guingangolo, consiguiendo varios goles más para poner tierra de por medio, hasta el veterano portero del Calasanz se permitió el lujo de marcar un gol desde su área. Los goles de Pasku y Toni, no sirvieron ni siquiera para maquillar el resultado.

En el 4-10 final, 'posiblemente' tiene mucho que ver el estado lamentable con el que acudieron varios integrantes del Guingangolo. Sudores fríos, sed insaciable, visión borrosa, falta de puntería... , en fin una resaca de espanto que hace casi imposible hacer un partido siquiera digno. La noche anterior lo pasamos de coj..... y se notó.

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